sábado, 4 de marzo de 2017

EL SALTO DEL PERSONAJE A LA PERSONA

A lo largo de los procesos que he ido viviendo con mis clientes: emprendedores/as, profesionales, directivos/as, … personas en general siempre ha salido, en mayor o menor medida, la importancia del equilibrio entre el personaje y la persona, es decir, el rol o papel que se desempeña y el propio “yo”.
El planteamiento siempre es el mismo ¿qué hay de mí en lo que hago? (y viceversa) ¿cómo encuentro el punto medio para sentirme en coherencia con lo que hago y lo que soy?.  Os diré una cosa, esto que aparentemente es fácil, es un tema complejo, de llevar a cabo por uno/a mismo/a, y a pesar de que entiendo que se podría realizar por nuestros propios medios, lo que conseguimos con un profesional que nos acompañe en este auto-descubrimiento, es acelerar el proceso y ganar tiempo, evitando coger caminos que están desenfocados.  Y que no nos llevan a ninguna parte, o quizás sí, pero no a ese ricón que sintoniza con nuestra esencia.
“MIRARTE AL ESPEJO” Y “REORIENTAR”
La inquietud por encontrar el equilibrio, entre lo que soy y lo que hago, se hace latente. El caso es que en muchas ocasiones no somos conscientes de esto y sacamos a la luz al personaje, ese ser que en ocasiones no responde a lo que somos, pero al que hemos dado vida.
Así, terminamos descubriendo que adoptamos comportamientos, conductas y actitudes e incluso emociones, que difieren de quienes somos (la identidad).
Tal vez aflore la preguntar: ¿supone esto un problema? en tú respuesta está la solución. Supongo que dependerá de cada cual y, de la tensión que provoque, el distanciamiento entre el personaje y la persona, en cada caso.  
A mayor equilibrio entre ambos, mayor tranquilidad interior ¿tiene sentido?...
Si esto tiene sentido, cabe pensar que lo contrario puede tener un resultado negativo ¿verdad? Incluso podríamos pensar que de estar alejada estas dos “figuras”, tarde o temprano, habría una tensión interna que en algún momento debería ser abordada. No sabemos cuándo…pero, podría ocurrir. Tampoco en qué áreas de la vida podría estar afectando este desequilibrio y cómo está repercutiendo. Algo muy satisfactorio de clarificar en el aquí y en el ahora ¿verdad?.
Lo que sí es, evidente, que no ser consciente de todo esto (del equilibrio entre ambos) no facilita el poder detectar cuál de los dos (personaje o persona) está liderando y en qué medida lo está haciendo, si en beneficio o en perjuicio de tu propia vida.
Todo nos lleva a pensar que, al menos, tomar conciencia de estas dos figuras, nos facilitará parcelas de nuestra vida con las que tenemos que conciliar cada día (familia, amigos, trabajo, …)

Te propongo un ejercicio:
Divide una hoja de papel en dos columnas pon en una de ellas, personaje y en otra persona. Y escribe en cada una, tantas cosas (emociones, características, conductas, valores…) que en la actualidad esté imponiéndose más repetidamente de uno y de otro.
¿Qué observas? ¿Qué destacarías? ¿Qué descubres? ¿Cómo están de distanciados?
Pues bien, una de las claves que nos avisa y que no suele fallar, para estar alerta de esto, es cuando existe un pensamiento, por muy sutil que sea, que te alerta de que algo no va bien… Te puedo asegurar que es ahí, cuando debes realizar un trabajo de este tipo.  Te garantizo, que este es un termómetro infalible para que te plantees un cambio. Y trabajes esto que te propongo.
¿Te parece importante para vivir en coherencia con tu vida este tipo de trabajo y conquistar una vida plena, descubriendo si lo que haces está en equilibrio con tu ser? ¿Qué te falta? ¿Qué te sobra?... PONTE EN CAMINO.  
Te acompaño en esta aventura ¿te animas? 
Ana A. Rivas Orejón
Co-Creadora de mi destino  www.humuscoaching.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario