A lo largo de los procesos que he
ido viviendo con mis clientes: emprendedores/as, profesionales, directivos/as,
… personas en general siempre ha salido, en mayor o menor medida, la
importancia del equilibrio entre el personaje y la persona, es decir, el rol o
papel que se desempeña y el propio “yo”.
El planteamiento siempre es el
mismo ¿qué hay de mí en lo que hago? (y viceversa) ¿cómo encuentro el punto
medio para sentirme en coherencia con lo que hago y lo que soy?. Os diré una cosa, esto que aparentemente es
fácil, es un tema complejo, de llevar a cabo por uno/a mismo/a, y a pesar de
que entiendo que se podría realizar por nuestros propios medios, lo que
conseguimos con un profesional que nos acompañe en este auto-descubrimiento, es
acelerar el proceso y ganar tiempo, evitando coger caminos que están
desenfocados. Y que no nos llevan a
ninguna parte, o quizás sí, pero no a ese ricón que sintoniza con nuestra esencia.
“MIRARTE AL ESPEJO” Y
“REORIENTAR”
La inquietud por encontrar el
equilibrio, entre lo que soy y lo que hago, se hace latente. El caso es que en
muchas ocasiones no somos conscientes de esto y sacamos a la luz al personaje,
ese ser que en ocasiones no responde a lo que somos, pero al que hemos dado
vida.
Así, terminamos descubriendo que
adoptamos comportamientos, conductas y actitudes e incluso emociones, que
difieren de quienes somos (la identidad).
Tal vez aflore la preguntar: ¿supone
esto un problema? en tú respuesta está la solución. Supongo que dependerá de
cada cual y, de la tensión que provoque, el distanciamiento entre el personaje y
la persona, en cada caso.
A mayor equilibrio entre ambos,
mayor tranquilidad interior ¿tiene sentido?...
Si esto tiene sentido, cabe
pensar que lo contrario puede tener un resultado negativo ¿verdad? Incluso
podríamos pensar que de estar alejada estas dos “figuras”, tarde o
temprano, habría una tensión interna que en algún momento debería ser abordada. No
sabemos cuándo…pero, podría ocurrir. Tampoco en qué áreas de la vida podría
estar afectando este desequilibrio y cómo está repercutiendo. Algo muy satisfactorio de clarificar en el aquí y en el ahora ¿verdad?.
Lo que sí es, evidente, que no
ser consciente de todo esto (del equilibrio entre ambos) no facilita el poder
detectar cuál de los dos (personaje o persona) está liderando y en qué medida
lo está haciendo, si en beneficio o en perjuicio de tu propia vida.
Todo nos lleva a pensar que, al
menos, tomar conciencia de estas dos figuras, nos facilitará parcelas de
nuestra vida con las que tenemos que conciliar cada día (familia, amigos,
trabajo, …)
Te propongo un ejercicio:
Divide una hoja de papel en dos
columnas pon en una de ellas, personaje y en otra persona. Y escribe en cada
una, tantas cosas (emociones, características, conductas, valores…) que en la
actualidad esté imponiéndose más repetidamente de uno y de otro.
¿Qué observas? ¿Qué destacarías? ¿Qué descubres? ¿Cómo están de distanciados?
Pues bien, una de las claves que
nos avisa y que no suele fallar, para estar alerta de esto, es cuando existe un
pensamiento, por muy sutil que sea, que te alerta de que algo no va bien… Te
puedo asegurar que es ahí, cuando debes realizar un trabajo de este tipo. Te garantizo, que este es un termómetro
infalible para que te plantees un cambio. Y trabajes esto que te propongo.
¿Te parece importante para vivir
en coherencia con tu vida este tipo de trabajo y conquistar una vida plena,
descubriendo si lo que haces está en equilibrio con tu ser? ¿Qué te falta? ¿Qué
te sobra?... PONTE EN CAMINO.
Te acompaño en esta aventura ¿te
animas?
Ana A. Rivas Orejón
Co-Creadora de mi destino www.humuscoaching.com